No han pasado muchos años desde que algunas empresas se atrevieron a utilizar internet para maximizar sus beneficios y ampliar su rango de acción. A partir de ese momento, la transformación digital empezó a cambiar por completo la forma en que la sociedad desempeñaba sus actividades, al mismo tiempo que generó nuevos desafíos y oportunidades de negocios para las empresas. Lo más curioso de todo es que apenas se trata de la punta del iceberg. La Industria 4.0 no es únicamente un tema tecnológico como tal, sino que envuelve toda una estrategia y cultura organizacional.

Hoy en día, cualquier persona que actúe en el entorno digital desde cualquier rincón del planeta, es capaz de tener visibilidad en todo el mundo las 24 horas, los 365 días del año. Esto representa una verdadera revolución en la manera en la que se debe entender el momento actual, ya que influye en otros aspectos como las relaciones personales, sociales, económicas y profesionales.

Sin embargo, lo que para un sector representa una gran oportunidad, para otro cuyo grado de digitalización sea mínimo, puede resultar un obstáculo considerable. Así pues, sin adaptarse a este nuevo entorno, el manejo de la nueva realidad se convierte en un inconveniente para el desarrollo profesional y la realización de tareas dentro de las organizaciones.

¿Cómo me puedo formar para la transformación digital?

Con el desarrollo de la tecnología y las comunicaciones todo se ha vuelto más accesible. Lo que antes resultaba lejano e inalcanzable ahora es cotidiano y se encuentra al alcance de todos. La transformación digital marca un antes y un después en la forma en que se realizan las actividades en cualquier entorno de nuestras vidas. El mundo digital ha acortado las distancias y ha creado un verdadero mundo de oportunidades para trabajadores y empresas. Para hacer una transición efectiva al proceso de la Industria 4.0 es necesario estar preparados en cuanto a competencias digitales se refiere.

Llamamos competencia digital al tipo de habilidad y destreza que involucra el uso creativo, crítico y seguro de las tecnologías de la información y comunicación para alcanzar objetivos relacionados con el trabajo, empleabilidad, aprendizaje, uso del tiempo libre, inclusión y participación en la sociedad. Asimismo, para desarrollar la competencia digital se necesita de conocimientos relacionados con el lenguaje específico básico: textual, numérico, icónico, visual, gráfico y sonoro, así como sus pautas para ser decodificado y transferido. A su vez, esto requiere el conocimiento de aplicaciones informáticas, el acceso a las fuentes, el procesamiento de la información y el conocimiento de los derechos que deben tener las personas en el mundo digital.

De esta manera, los trabajadores deben ser capaces de hacer uso cotidiano de los medios tecnológicos para resolver problemas reales de forma eficiente, así como revisar, evaluar y escoger nuevas fuentes de información y avances tecnológicos a medida que surjan, de acuerdo a la utilidad que posean para ejecutar tareas específicas.

¿Qué tipo de competencias debo desarrollar para formarme en transformación digital?

En estas nuevas condiciones, cualquier persona está en posición de ofrecer un producto o servicio desde cualquier parte del mundo. El nuevo sitio de trabajo es un lugar globalizado e interconectado que requiere de profesionales capacitados y formados con nuevas habilidades digitales y destrezas como el aprendizaje continuo, competencias colaborativas, comunicación digital y gestión de redes y comunidades, entre otras. Se necesita una reflexión y análisis profundo para comprender mejor esta nueva realidad, tal como lo hacen las grandes corporaciones a nivel mundial.

Por todo esto se hace fundamental el desarrollo de competencias que formen parte de los nuevos esquemas de trabajo y colaboración entre empleados y compañías. También debemos considerar que allí donde está presente la digitalización, ha habido un cambio en los valores y cultura organizacional.

A ciencia cierta aún desconocemos a donde nos lleva esta nueva revolución. Sin embargo, sabemos que resulta indispensable desarrollar cuatro tipos de competencias fundamentales para adaptar a los trabajadores y empresas a este nuevo ecosistema:

  • Competencias digitales. Sin el conocimiento adecuado de las herramientas digitales actuales no es posible el óptimo desempeño en el lugar de trabajo. Por esta razón es necesario fomentar la capacitación en las herramientas digitales que hacen posible la relación laboral en esta nueva realidad. Por ejemplo, dominar herramientas tan básicas como el e-mail y todas las ventajas que permiten sus funciones, establecer una videoconferencia desde cualquier dispositivo, compartir documentos alojados en la nube, entre otros. En este sentido, vale la pena el esfuerzo de establecer cuáles son las herramientas que se deben dominar.

 

  • Comunicación digital. En el entorno digital de hoy en día no se manejan los códigos ni la manera tradicional de comunicarse que hace unos años. Se hace necesario tener un dominio no sólo de las herramientas de comunicación actual, sino también de los códigos de comunicación culturales, tomando en consideración el tipo de público al que vamos dirigido, como el lugar geográfico en que se encuentra.

 

  • Idioma. La globalización es una realidad. Las oportunidades y los mercados a los que podemos tener acceso resultan prácticamente infinitos. En este sentido la capacidad de comunicarse en un nivel conversacional alto resulta indispensable.

 

  • Competencias colaborativas. La capacidad de mantener relaciones eficientes entre todo el equipo de trabajo se vuelve complejo cuando se trabaja a nivel mundial con equipos multiculturales, con diferentes horarios, culturas y maneras de entender la realidad. Desarrollar la capacidad colaborativa es fundamental para lograr metas y representa un aprendizaje de mucho valor para quienes trabajen con equipos en ubicaciones remotas.

Conclusiones

Estos aspectos resultan esenciales para lograr una formación de éxito en transformación digital para cualquier compañía que quiere formar parte del nuevo entorno digitalizado. La velocidad a la que ocurre el desarrollo tecnológico y los cambios es impresionante, y resultan de tal impacto que transforman la forma de operar en cualquier ámbito de nuestra vida. Con esto no queremos decir que debemos pasar por alto la formación profesional de cada trabajador en su área particular, pero es una realidad palpable que el mundo digital requiere de capacidades adicionales para mantenerse vigente, de lo contrario, es posible que los trabajadores y las compañías se queden en el olvido.

El mundo físico y el digital ya no están separados. Ambos se mezclan y se cruzan para formar una sola realidad. El verdadero reto digital que tienen las empresas ante si es crear una nueva cultura corporativa basada en una nueva forma de hacer y pensar en lo relacionado a un conjunto de nuevas competencias digitales. En definitiva, el mundo ha cambiado y la adaptación a este nuevo ecosistema definirá el futuro de las personas y las empresas.

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